La provincia de Salta avanza con una de las obras más esperadas de los últimos años: la construcción de la autopista Papa Francisco, un corredor vial que transformará la conexión entre las principales ciudades turísticas del norte argentino.
Con una extensión de 22 kilómetros, la nueva autovía unirá el Valle de Lerma con Cerrillos, y mejorará el acceso hacia Cafayate, uno de los destinos más visitados del Noroeste argentino. Se trata de la obra de infraestructura más importante en décadas para la región. Las tareas comenzaron con trabajos de excavación, alcantarillado y estudios del trazado definitivo, y contemplan una inversión de 115 millones de dólares. El plazo estimado de ejecución es de 36 meses, con la participación de equipos técnicos y obreros locales.
Una autopista para conectar y prevenir inundaciones
Además de mejorar la conectividad, la nueva traza busca resolver los problemas de anegamiento que afectan a la Ruta Nacional 68, una vía próxima al Lago Embalse Cabra Corral. El proyecto incluye un canal pluvial de 12 kilómetros para evitar inundaciones en Cerrillos, Sumalao y Rosario de Lerma, tres de las zonas más afectadas por las lluvias.
Cómo será la autopista Papa Francisco
La autovía contará con distribuidores a desnivel en distintos puntos estratégicos —entre ellos la RP 23, RP 49, RP 36 y caminos vecinales—, y con tres puentes principales, uno sobre el río Rosario y otro sobre el río Pulares. También tendrá iluminación LED a lo largo de todo el recorrido, y permitirá la circulación de hasta 40.000 vehículos diarios, agilizando el tránsito entre localidades clave del norte argentino.

