Cuando llega el calor, los santafesinos buscan una escapada refrescante, de fácil acceso y rodeados de verde. Entre esas opciones aparece Coronda, un destino que muchos eligen para una salida corta o para planificar unos días de descanso sin viajar demasiado lejos.
Los caminos rurales, los corredores verdes y las zonas de costa forman un paisaje que suele sorprender a quienes llegan por primera vez. El entorno combina silencio, aire puro y un ritmo sereno que convierte cualquier paseo en una experiencia distinta, ideal para quienes necesitan cortar con la rutina y conectar con la naturaleza.
El arroyo Colastiné es uno de los mayores atractivos naturales de la zona. Sus pequeñas cascadas le valieron a Coronda el apodo de “Iguazú santafesino”, un rincón donde el agua cae entre rocas, se forman piletas naturales y el paisaje invita a sacar fotos y disfrutar del sonido del arroyo.
El recorrido bordea sectores de vegetación autóctona, senderos fáciles y miradores que permiten observar el cambio de colores según la hora del día. Más adelante, el arroyo desemboca en el río Coronda, un brazo del Paraná que cuenta con una costanera ideal para caminar, tomar mate o mirar el atardecer junto al agua.
Qué hacer en Coronda en una escapada de verano
La ciudad preserva un ambiente de pueblo tradicional, con calles tranquilas, vecinos que se conocen entre sí y un casco histórico que muestra parte de su identidad. Entre sus recorridos más elegidos aparecen:
Caminatas por las calles antiguas y construcciones emblemáticas.
Visitas a espacios culturales y plazas donde se concentra la vida comunitaria.
Salidas al aire libre en familia, pareja o con amigos.
El clima amable y la cercanía con Santa Fe capital convierten a Coronda en una opción ideal para quienes buscan un plan rápido, accesible y sin complicaciones.
Un recorrido gastronómico que destaca productos regionales
Además de su paisaje, Coronda ofrece una propuesta gastronómica variada. Restaurantes, bares y paradores costeros invitan a probar platos locales, especialidades dulces y opciones para disfrutar al aire libre. La zona combina recetas tradicionales, sabores caseros y productos regionales, lo que convierte a la gastronomía en una parte importante del paseo. Comer junto al río, tomar algo fresco bajo la sombra o disfrutar una cena tranquila forma parte de la experiencia corondina.
Coronda, capital de la frutilla y una experiencia única para el visitante
La ciudad también es reconocida a nivel nacional por su producción de frutillas. Cada año celebra la Fiesta Nacional de la Frutilla, un evento que reúne a miles de personas para homenajear la cosecha local. Con más de siete millones de kilos anuales, Coronda aporta casi la mitad de la producción de frutillas del país, por lo que probar el fruto fresco directamente del productor se vuelve un clásico infaltable del recorrido.

