Paradoja: en un país con alta inflación falta mano de obra, ¿qué pasa? 

Bloque 1 Producción

Compartimos el análisis de Karina Longo para los colegas de cronista.com, sobre esta paradoja que se presenta en el país.  

La realidad industrial pyme argentina es una verdadera paradoja. Resulta sorprendente que algunas empresas no consigan trabajadores especializados para cubrir sus puestos vacantes, dado la cantidad de trabajadores parados que hay en el país. 

Desde El Cronista Pyme, llevamos esta incertidumbre a los representantes de las distintas Cámaras Industriales: ¿Hace falta mano de obra en la industria? ¿Por qué? 

Martín Rappallini, presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires (UIPBA) manifiesta que “por un lado, tenemos una alta desocupación y, por otro lado, nos encontramos con una deficiencia en personal calificado para determinadas funciones. Este es el gran problema que tenemos por delante en la Argentina: una deficiencia en la formación técnica”, responde. 

El titular de la UIPBA asegura que “estamos casi un 5 o 6% arriba de lo que sería el 2019 en términos de recuperación económica y todavía, en todo lo que es laboral, estamos un 1% abajo. Esto quiere decir que hubo una recuperación de la actividad económica, pero no al mismo tiempo la generación de empleo. Por eso, tenemos que generar las condiciones y los incentivos para recuperar ese empleo perdido”. 

Según Rappallini, es necesario hacer un gran plan de formación técnica, generar incentivos en la toma de empleados, facilitar el sistema de las prácticas profesionalizantes, donde las fábricas incorporan a jóvenes para capacitarlos técnicamente y a la vez estas reciben un beneficio impositivo. De esta manera, el costo de la formación se reparte. 

MANO DE OBRA CALIFICADA 

El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, coincide que hoy la búsqueda de mano de obra calificada marca la agenda laboral de ciertos sectores de la industria argentina, principalmente el metalúrgico, donde tener conocimientos en programación, en digitalización y en maquinarias con última tecnología resultan clave, a la hora de sumarse a esta reactivación industrial que se viene dando. 

“El problema está en que hay que realizar una trasferencia que tiene que ver con los planes sociales al sector privado para que esa gente tenga un trabajo formal”, indica Rosato y continúa “lo que hemos planteado en el Ministerio de Trabajo es que la gente pueda sostener el plan social hasta que pase un determinado tiempo y una vez que esa persona quede efectiva en la empresa, para que no tenga el temor de que puede perder su plan social si trabaja en la empresa y es despedida”, manifiesta el titular de IPA. Es una solución para generar esa transmisión de la informalidad al trabajo formal. 

EL SECTOR DEL CUERO 

Años atrás, la capacitación en las empresas textiles y marroquineras era guiada por antiguos empleados que transmitían sus conocimientos a los más jóvenes. Pero, esa metodología mutó. 

“La política de apertura de las importaciones, junto con el achicamiento de la demanda interna, provocaron el cierre de muchas empresas y el achicamiento de otras con lo cual ese traspaso generacional se vió interrumpido”, describe Rubén Pallone, presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines de la República Argentina (CIMA). 

Otra de las dificultades que complica la producción y, por ende, la capacitación a largo plazo radica en el aumento sistemático del precio del cuero y la imposibilidad de abastecimiento en las primeras calidades. Desde el sector, explican que esto se debe a que la enorme mayoría del cuero es exportado, y en los últimos años ha aumentado el porcentaje del que se exporta sin ningún tipo de tratamiento más que el salado. Eso aumenta el precio en el mercado interno, ya que, al tratarse de una commoditie, están expuestos a las variaciones internacionales, más allá que se produzca en el país. 

“Entre el 2019 y el 2021 aumentó más del 400% la exportación de cuero salado. En 2019 el salado representaba el 18% del total de exportación de cuero. El restante 82% era con valor agregado. En 2021 representó el 56%, reduciendo al 44% al cuero exportado con valor agregado”, ejemplifica Pallone. 

¿FACTORES CULTURALES? 

Martín Zambon de Mpz de Pedro Zambon e Hijos, empresa familiar nacida hace 75 años, que fabrica y comercializa maquinarias para el rubro gastronómico, cuenta su caso. “Hemos tenido problemas en la búsqueda laboral ya que hay ciertas industrias que necesitan de bastante tiempo para instruir a una persona en trabajos específicos y la dinámica laboral que está existiendo está dificultando retenerlas”. 

¿Falta recursos de producción también? En el caso de esta pyme, tuvieron problemas en la provisión de algunas materias primas, lo cual ya está normalizado; pero actualmente hay algunos faltantes de insumos importados. 

Al respecto de la falta de mano calificada, el empresario asegura que “hay varias causas, en algún momento debido a las políticas económicas la industria (rama metalúrgica) tuvo momentos muy malos y eso llevo a cortar la continuidad del traspaso de conocimientos de oficios dentro mismo de los establecimientos, la educación técnica fue desalentada y la cultura del trabajo (sobre todo la de la manufactura y fabricación) también, volcándose mucha mano de obra, por ejemplo, a los servicios y el cuentapropismo”. 

Para Martín Massum, de Lazaro, es una mezcla entre factores macro económicos con factores culturales. En los macro económicos se encuentran “la falta de continuidad en los escenarios económicos con el dilema entre importar vs. producir, falta de crédito a mediano largo plazo para invertir, falta de incentivos fiscales o alta presión fiscal, etc. Sin industria que se desarrolle no hay demanda de mano de obra calificada, y estas condiciones se mantuvieron en forma errática por varios años”. 

EL PROBLEMA DE LOS INSUMOS 

Rapallini menciona que la industria tiene mucho camino por recorrer aún y que podría aumentar el empleo si se resuelven algunos problemas. Uno de ellos es el de las importaciones de insumos. 

“Por un lado, “tenemos el caso de muchas materias primas a nivel internacional que subieron el precio, entonces el cupo que tiene una empresa productora se achica porque tiene un precio mayor y la importación está determinada en pesos”. Por otro lado, hay empresas que “aumentaron fuerte la producción y por ahí el cupo de un 5% no le alcanza para cubrir el aumento de producción”. Otras, están sustituyendo importaciones. Entonces “se está dejando de importar el producto determinado y se está importando materia prima, pero, la materia prima antes no se importaba”. 

Al respecto, desde la Unión Industrial Argentina y la Unión Industrial de la Provincia están trabajando con el Ministerio de Producción para resolver todos los casos puntuales. En general, el concepto es que se garantice la importación de materias primas y de bienes de capital para aumentar la producción. 

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