Los orígenes de Granja Tres Arroyos (GTA) se remontan a la década del 30, cuando el emprendedor Gaspar De Grazia llegó de Italia y comenzó a vender pollos por las calles de Buenos Aires junto a su hermano. Con el correr de los años, el negocio fue creciendo y abrieron un puesto de venta en la calle Tres Arroyos, en el barrio porteño de Caballito. Allí nació formalmente esta compañía, que hoy es la líder indiscutida en el negocio avícola. Procesa 760.000 pollos por día en Argentina y 40.000 en Uruguay, emplea en forma directa a alrededor de 6.500 personas y factura alrededor de 1.300 millones de dólares al año.
Granja Tres Arroyos, comandada por el empresario Joaquín de Grazia, es el claro ejemplo de una empresa argentina que logró crecer de la mano de inversiones y adquisiciones, pero sobre todo de la aplicación de tecnología para sumar valor agregado en origen. En los últimos años, fue noticia luego de comprarle al grupo BRF la avícola Avex y quedarse con las operaciones de la caída en desgracia Cresta Roja.
Actualmente la empresa opera 8 plantas de faena: Pinazo, ubicada en el partido de Pilar (Buenos Aires); Cahuane, en Capitán Sarmiento (Buenos Aires); La China y Becar, ubicadas ambas en Concepción del Uruguay (Entre Ríos); Wade 1 en Ezeiza (Buenos Aires); Wade 2 en Esteban Echeverría (Buenos Aires); Avex en Río Cuarto (Córdoba); y Melilla en Montevideo (República Oriental del Uruguay).
En estas plantas se faenan un promedio de 760.000 aves diarias. Más del 20% de las toneladas anuales que se producen a nivel nacional salen de sus frigoríficos, y además exporta el 35% de su producción a más de 60 países.
La compañía logró su expansión en el exterior de la mano de acuerdos comerciales y de co-packing con otras empresas globales. Provee a procesadores mundiales de alimentos, en particular a la líder avícola norteamericana y mundial Tyson, con quien selló una alianza comercial en 2022.
La firma opera con las marcas Granja Tres Arroyos, Cresta Roja, La Comarca y Jet Food, aunque la primera es la más reconocida localmente. Una de sus claves, y lo que la diferencia de sus competidores, es que no solo produce pollo en sus diversas formas, sino que también elabora prefritos, productos precocidos, productos empanados, carnes de gallina cocida, carne en polvo y cuenta también con una línea de productos industrializados como salchichas, chorizos, jamones crudos y cocidos, bondiola y salamín.
Por otra parte, posee en la localidad de Santa Elena, Entre Ríos, una granja de producción de reproductoras de genética Cobb. Granja Tres Arroyos tiene un joint venture con Cobb Vantress Inc. de Estados Unidos y gracias a este acuerdo producen con exclusividad para Argentina y países limítrofes la línea genética que es una de las líderes a nivel global.
El complejo cuenta con una planta de alimento balanceado y una de incubación, garantizando de esta manera la sanidad de las aves. En total, la producción de reproductoras de la empresa alcanza 5 millones de aves al año.
Además, posee plantas de incubación ubicadas en la Provincia de Buenos Aires y Entre Ríos, donde se incuban huevos para la producción de pollitos bebé. Granja Tres Arroyos fue la primera empresa en utilizar la vacunación “in ovo”, vacunando a los embriones a los 18 días de incubación para que nazcan con la inmunidad adquirida. Una vez finalizado el proceso, los animales son trasladados a granjas de crianza, propias o integradas. Estas últimas son las que prestan el servicio de engorde de los pollos, que reciben y devuelven a la compañía.
Otra de sus fortalezas son sus 10 plantas de alimentos balanceados distribuidas en las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires, Córdoba y Chaco. Granja Tres Arroyos cuenta así con molinos exclusivos para reproductores y otros para pollos parrilleros.
Por otra parte, posee cuatro plantas de productos elaborados, que van desde congelados hasta deshidratados y fiambres. Finalmente, también explota una planta procesadora de cerdos ubicada en Colón, provincia de Buenos Aires, con capacidad para elaborar 1,000 toneladas de productos industrializados.
Finalmente, desde hace algunos años, la empresa comenzó a incursionar en el negocio lácteo y opera los tambos Prolech y Doña Carolina, ubicados en Santa Elena, Entre Ríos y Brandsen, Buenos Aires.